Técnica del glande
Normalmente durante la masturbación masculina nos centramos únicamente en la base o tronco del pene olvidándonos del glande. Pero para que las caricias sean lo más potentes posible coge tu miembro con una mano de tal manera que la cabeza sea lo único que queda visible y masajéala en círculos.
Cuando te acaricies céntrate en el frenillo, haz incapié en esta zona pero no olvides ni un milímetro de la zona erógena en cuestión...créenos valdrá la pena tanta atención y concentración.
Técnica de masturbación con estimulación anal
Debido a que el punto G del hombre, punto P, esta en la próstata solo se puede llegar desde el ano, no deberías olvidar masajear esta zona. Por esta razón si alguna vez probaste a hacerlo habrás visto que es realmente placentero.
Así que si ya la estimulación anal por si sola esta muy bien imagínalo combinado con la masturbación...potenciarás tus erecciones y por tanto el momento del clímax.
Técnica de la ducha
Una vez ya tengas el pene completamente erecto métete en la ducha y desenrosca el dosificador del grifo. Mientras te sigues estimulando con la mano aplícate el chorro del agua a máxima potencia con una temperatura adecuada sobre tu glande, será una caricia explosiva.
Si quieres potenciar este masaje tan sutil, cambia de mano y si eres diestro usa la izquierda. La inexperiencia de esta mano ralentizará la eyaculación y será mucho más intensa cuando llegue.
Por último recordarte que debes utilizar una buen lubricante para que sea mucho más placentero y además de este modo evitarás molestias en la delicada piel de esta zona de tu cuerpo. Por otra parte recrearás la lubricación natural de la mujer para mayor morbo.
Lo importante es que te dejes explorar y salgas de tu zona de confort, porque lo bueno si se convierte en monótono y deja de ser tan bueno. Descubre nuevas sensaciones y vive al máximo tu sexualidad.